divendres, 9 d’octubre del 2009

L'eden del delta de l'Ebre

9/10/2009 REPORTAJE NUEVO MODELO DE NEGOCIO PARA EL TURISMO
El edén del delta del Ebro recibe un premio de la Comisión Europea como destino turístico emergente y sostenible


Un agricultor siembra arroz en el delta del Ebro en abril del 2008. Foto: ARCHIVO / XAVIER JUBIERRE



JOSEP MARIA BERENGUERASBRUSELAS Enviado especial
¿Qué es sostenible y qué no? Este es uno de los problemas con los que se encuentra Bruselas al definir quiénes se suman al proyecto Edén. Varios grupos de trabajo tratan de definir unos estándares, indicadores de referencia. Se trata de hallar unos rasgos comunes que permitan comparar unos destinos turísticos con otros.La riqueza que reporta el turismo para Europa es incuestionable: la actividad turística representa más del 5% del producto interior bruto (PIB) de los Veintisiete y el 5,2% del total de los empleos, más de 10 millones. Pero todo tiene un precio, y los territorios sufren las consecuencias de ese éxito. Verde, ecológico y sostenible son adjetivos que cobran en la actualidad una gran importancia, y el sector turístico no puede quedarse atrás. Por ello, desde la Comisión Europea se está apoyando el proyecto Edén, una plataforma para el intercambio de buenas prácticas de turismo sostenible a nivel europeo. Y toda buena acción tiene su premio: el parque natural del delta del Ebro ha sido galardonado este año con el premio Destino de Excelencia, otorgado a las zonas turísticas emergentes y sostenibles.«Es un premio a 25 años de trabajo. Es muy satisfactorio para nosotros que a nivel europeo se reconozca al parque natural del delta del Ebro», dijo el director del mismo, Francesc Vidal. «El delta del Ebro se lo merecía, está trabajando mucho en materia turística. Lo propusimos porque creemos que es un claro ejemplo de cómo puede convivir un espacio natural con el ser humano: turismo, agricultura, caza...», añadió el director general de Turisme, Joan Carles Vilalta.Los galardones (uno por país, el delta del Ebro se impuso a otras nueve candidaturas españolas) se libraron con ocasión del Día Europeo del Turismo, en un evento que reunió a más de 700 profesionales de toda Europa (y también de otros países, como China) y donde se discutió acerca del turismo sostenible y su futuro, la importancia de las agrupaciones de destinos y la emergencia del turismo gastronómico y la importancia de usar productos locales. La Generalitat, además, presentó el Atles del Turisme de Catalunya.¿Este tipo de galardones realmente atraen al público? «No queremos crecer mucho e ir al turismo de masas. Pretendemos seguir apostando por la calidad. Los premios ayudan a darnos a conocer», comentó Vidal. «Hemos hecho contactos con el ganador de Polonia, que también es otro delta y seguro que podemos aprender cosas los unos de los otros», añadió. «Más allá del galardón –admitió Vilalta– hay otros temas en juego. El premio nos sitúa en los mapas y nos da publicidad, cosa importante. Tener este galardón de la Comisión nos ayudará, sobre todo a las Terres de l’Ebre, a participar en proyectos europeos y a optar a más subvenciones cuando Bruselas asuma definitivamente las competencias turísticas».El objetivo de la Comisión Europea es que el proyecto Edén se convierta en una referencia, un sello que sirva a los futuros turistas para elegir sus destinos según unas reglas comunes. Edén significa «calidad, sostenibilidad y valores ecológicos», y aunque fuentes de la organización reconocen que el presupuesto «no es ni mucho menos» el que desearían (el Parlamento debatirá pronto aumentarlo), poco a poco se están dando pequeños pasos para convertir esta idea nacida hace tres años en una futura referencia.De momento, se han nombrado unos embajadores Edén, se están aprovechando las redes sociales para promocionar el proyecto (Facebook, Twitter), se ha abierto un concurso fotográfico y se está llegando a acuerdos con los países miembros para que lo incluyan en sus catálogos. Son pequeños pasos sin mucho presupuesto para un proyecto al que están muy atentas, sobre todo, las pequeñas regiones emergentes. «No todo es Roma y París», recordaron desde la Comisión .

dilluns, 31 d’agost del 2009

Un faro entre el mar y las dunas


31/8/2009 CATALUNYA INSÓLITA. FOTOS DESDE EL AIRE



Un faro entre mar y dunas
Esta serie forma parte del libro que se entregará con EL PERIÓDICO el 11 de septiembre.

Foto: XAVIER JUBIERRE
J. J. NAVARRO ARISA



Delta del Ebro. La fotografía nos revela uno de los ejemplos de la intensa y magnífica diversidad paisajística de Catalunya: un faro (el de El Fangar, en el delta del Ebro) rodeado por una extensión de dunas que comienza casi en la misma playa, frente al mar, cuyos navegantes se guiarán por la luz y la baliza de la torre de señales. Cabría imaginar pocas imágenes menos típicas y tópicas de la Catalunya de postal, símbolo y visita comentada que apasiona a los viajeros menos avisados. Aquí, el contraste de agua y arena, y la fascinación del horizonte azul entrevisto entre las dunas contribuyen a crear una sensación singular, que invita a recorrer o descubrir las sendas del arenal costero hasta llegar a zambullirse entre las olas, o al menos a sentir el frescor y el olor salado del agua mientras se camina por la playa, contemplando los montículos de arena que invitan a explorar el desierto sin temor a sufrir extravíos ni padecer espejismos.

dimecres, 26 d’agost del 2009

26/8/2009 LA PROPUESTA
El paraíso de las aves
• El delta del Ebro ofrece la oportunidad de observar especies como el flamenco y el ibis

El vuelo de los patos del parque natural del delta del Ebro, que actualmente cuenta con casi 8.000 hectáreas protegidas. Foto: xavier jubierre
ANNA LLUÍSSANT CARLES DE LA RÀPITA



El guía cuestiona: «¿Habéis visto alguna vez los colores de la pupila de un flamenco?» Con esta pregunta, Cristian Jensen, ornitólogo de la empresa Audouin Birding Tours, despierta la imaginación de los turistas que empiezan el día dispuestos a conocer el delta del Ebro. Las aves son uno de los sostenes medioambientales de este parque natural; visitarlo sin observarlas es perderse gran parte de su esencia. La observación de aves permite no solo aproximar la mirada a alguna de las más de 320 especies que pasan o viven cada año en el delta; es también penetrar en su mundo con curiosidad y respeto. Entrar a través del ojo imponente de un telescopio, por ejemplo, en las tierras salinas donde crían los flamencos, un reducto de naturaleza protegido en la Punta de la Banya, en cuyas playas el delta se funde con el Mediterráneo. «El flamenco es una de las estrellas», explica Cristian. EL MITO DEL AVE FÉNIX / Su nombre científico es Phoenicopterus ruber roseus. El mito del fénix, que envuelve a estos zancudos, se remonta al antiguo Egipto, donde lo consideraban un animal fabuloso capaz de arder cada día y resurgir de sus propias cenizas. Curiosamente, los telescopios introducen sus alcances en las zonas de nidificación para reflejar una imagen fabulosa. El flamenco construye un pequeño montículo de tierra en cuya cima coloca su preciado huevo. Con la reverberación de un caluroso día de agosto y el tenue vapor que invade la lejanía, los observadores captan un monte de cenizas coronado por un huevo, y no cuesta soñar con el fénix saliendo del huevo y extendiendo sus imponentes alas rosadas para elevar su vuelo. El mito se vuelve realidad. Aunque por su tamaño y espectacularidad ésta es una de las aves más aplaudidas, el delta tiene otros animales emblemáticos, como la gaviota de Audouin. Un 70% de la población mundial de esta especie vive en la Punta de la Banya. Y también esta es la única zona de Europa donde cría un ibis, el Capón Real. Son solo ejemplos, porque en el delta puede haber en estos momentos 50.000 parejas de aves acuáticas con sus crías y en invierno, cuando el frío llega intenso al norte de Europa, el delta hierve con más de 330.000 aves de distintas especies. «Cada época del año es única, casi existen cuatro deltas diferentes», señala Cristian. Y a cada uno, sus aves.

diumenge, 4 de gener del 2009

Vacances de cap d'any






































Vacances de cap d'any a la casa Eucaliptus
Fotos: Oscar Garcia